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Los novios deberían ser estimulados y ayudados para que puedan hablar de lo que cada uno espera de un eventual matrimonio, de su modo de entender lo que es el amor y el compromiso, de lo que se desea del otro, del tipo de vida en común que se quisiera proyectar. | Lamentablemente, muchos llegan a las nupcias sin conocerse. Solo se han distraído juntos, han hecho experiencias juntos, pero no han afrontado el desafío de mostrarse a sí mismos y de aprender quién es en realidad el otro. |
Este es el propósito de estas preguntas: conocerse y darse a conocer. De este modo mejorar personalmente y cada uno en su relación con otro. Se trata de leer, pensar, hablar y escuchar. El matrimonio es demasiado importante para resolverlo rápido. Sin prisa hay que tratar las grandes cuestiones. Que Dios os ayude. (Donde pone cónyuge se puede leer también novia/o).
Colección +breve
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¿Eres consciente de que el diálogo en el matrimonio supone un largo y esforzado aprendizaje?
¿Comprendes que muchas veces uno de los cónyuges no necesita una solución a sus problemas, sino ser escuchado?
Entrar en la vida del otro, pide la delicadeza de una actitud no invasora. El amor exige el respeto de la libertad y la capacidad de esperar que el otro abra la puerta de su corazón (Papa Francisco).
¿Buscas la flexibilidad para poder modificar o completar tus propias opiniones?¿Consideras que es importante la capacidad de expresar lo que uno siente sin lastimar? ¿Planteas tus propios reclamos con ira como forma de venganza?
¿Eres consciente de que el amor necesita tiempo disponible y gratuito, que coloque otras cosas en un segundo lugar? ¿Cuentas con que el ritmo frenético de la sociedad o los compromisos laborales lo dificultan mucho?
¿Te has planteado qué hacer con el tiempo compartido para evitar refugiarse en la tecnología o escapar de una intimidad incómoda?
¿Has considerado que es bueno esperar al otro y recibirlo cuando llega, tener alguna salida juntos, compartir tareas domésticas, celebrar en familia, alimentar juntos el entusiasmo por vivir?
El que ama es capaz de decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan. En la familia hay que aprender este lenguaje amable de Jesús (Papa Francisco).
¿Estáis de acuerdo en la cantidad y calidad de tiempo, que cada futuro cónyuge pasa con sus amigos?¿Te sientes cómodo y a gusto con las amistades de tu cónyuge?
¿Tenéis amigos mutuos, que ambos disfrutáis?
¿Tenéis amigos que consideráis tóxicos para vosotros y para vuestros hijos?
¿Estáis de acuerdo en los tiempos, formas y frecuencias que cada uno tiene para sus ratos de distracción?
¿Estáis de acuerdo en tener determinados momentos de privacidad?
¿Habéis dialogado sobre posibles compromisos legales o personales, relacionados con la manutención de padres, hermanos, esposa o hijos anteriores?
¿Eres consciente de que la mayoría de las veces, la falta de diálogo origina muchos problemas, que fácilmente podrían solucionarse, hablándolos directamente?
¿Tienes reparos en hablar de dinero? ¿Sabe tu cónyuge cuánto ganas?
¿Te gusta ahorrar? ¿Sueles hacer números?
¿Gastas dinero fácilmente, sin pensarlo mucho? ¿Te endeudas con facilidad?
¿Hablas de los gastos que piensas hacer? ¿Decidís los gastos importantes entre los dos?
¿Has decidido tener separación de bienes o gananciales? ¿Sabes por qué? ¿Eso esconde desconfianza en el otro o en el futuro?
¿Es para ti el trabajo una manifestación de autoafirmación?
Las madres, que son las que más aman, buscan más amar que ser amadas. Hay que evitar darle prioridad al amor a sí mismo como si fuera más noble que el don de sí a los demás (Papa Francisco).
¿Hasta dónde estarías dispuesto a renunciar a tu profesión por tu familia: ganar menos, reducir tu horario, cambiar de actividad, cambiar de residencia, empezar de nuevo, etc?¿Te refugias en el trabajo para huir de otras cosas que te resultan menos gratas: cuidar ancianos, niños, atender tu hogar, etc?
¿Eres consciente de que los trabajos, en general, son muy absorbentes, competitivos y exigentes? ¿Evitas que monopolicen tu vida? ¿Sabes ponerles coto?
¿Consideras que pasas más horas al día en tu trabajo que con tu familia (y es inevitable)? ¿Estas convencido de que tu familia es lo importante? ¿Lo piensas con frecuencia?
¿Cuidas de que tus compañeros de trabajo no se acaben convirtiendo en tu familia? ¿Evitas manifestaciones de afecto que pueden ser inconvenientes o arriesgadas?
¿Buscas allí la comprensión y el cariño que no encuentras en tu hogar? ¿Eres capaz de afrontar estas situaciones?
Una cosa es sentir la fuerza de la agresividad y otra dejar que se convierta en una actitud permanente. Por ello, nunca hay que terminar el día sin hacer las paces en la familia
(Papa Francisco).
¿Trabajas demasiado aun sacrificando el descanso o tiempos de familia?
¿Estáis de acuerdo en la forma de planear vuestra seguridad económica para el futuro: seguros, ahorros, inversiones, testamentos, presupuesto, acuerdos prematrimoniales, etc.?
¿Habéis acordado como manejar los activos y las deudas, que cada uno aporte al matrimonio?
¿Habéis dialogado sobre algunas preocupantes experiencias anteriores, relacionadas con el uso del dinero?
¿Te preocupa que vuestros gastos sean mayores que vuestros ingresos y os endeudéis?
¿Dependes mucho de modas o de novedades? ¿Te consideras desgraciado si no las alcanzas?
¿Valoras mucho tu tiempo? ¿Te cuesta dedicarlo a los demás?
El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar (Papa Francisco).
¿Dedicas mucho tiempo a actividades lúdicas o de entretenimiento? ¿Tienes cuidado de que determinadas cosas no te absorban: juegos, serie, películas, chats, redes sociales, hobbies, etc?¿Te cargas de cosas que no necesitas: ropa, zapatos, prendas deportivas, aparatos, libros, etc?
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