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6 mitos sobre el matrimonio

Por muy común que sea en el mundo de hoy la crisis familiar y la crisis del matrimonio, estamos llamados a superar la realidad del mundo cambiando los esquemas.

En estos 6 mitos se puede ver porque un matrimonio se debilita.

1. “El amor es lineal”

Eso no es cierto, nunca lo ha sido. Eso nos hace creer la t.v. y las canciones románticas.

El amor por el contrario es cíclico. Las parejas viven su amor alternando períodos de pasión y profundo interés hacia la otra persona con etapas de apatía y, a veces, hasta de falta de interés y confusión.

Exigirle al otro, y exigirse a sí mismo, que se encuentre apasionado todos los días, que le escuche siempre, que esté dispuesto, puede crear un clima de tensión e hipocresía nada sano para ambos.

Por esa misma presión generada, se terminan diciendo cosas que no se sienten, tan solo para agradar al otro.

En algunos casos, la otra persona lo percibe y entonces se convierte en un problema verdadero.

2. “Necesito encontrar a mi pareja ideal”

Esta manera de pensar solo existe en el pensamiento de quien la creó y JAMÁS se encuentra.

Es muy común que nos inventemos un príncipe azul o una princesa de cuento de hadas con extractos de muchas personas que conocemos o queremos tener a nuestro lado

Esa mezcla de virtudes y cualidades en una misma persona NO existe, nos frustramos y llegamos a creer que no hay nadie que valga la pena para nosotros.

3. “Soy feliz si el otro es feliz a mi lado”

Exigirle al otro que sea el complemento perfecto de nuestra propia felicidad se convierte en una verdadera tortura para el matrimonio.

No podemos pretender que la otra persona nos proporcione toda la alegría y felicidad que nosotros mismo no nos podemos dar.

Es por ello, que no importa el tipo de relación que sea, SIEMPRE tienen que proponerse ambos tener espacios propios: amistades, pasatiempos, intereses, etc.

4. “El amor es complicado”

En lugar de aceptar las debilidades o defectos propios de carácter y proponerse modificarlos, la gran mayoría de las personas culpan al amor de sus problemas de pareja.

Pero el amor no es complicado, las personas son las que se complican. El amor es la esencia de la vida y si no se le interrumpe y entorpece, sigue su curso naturalmente.

5. “Yo no soy necesario para mi cónyuge”

Esta creencia lleva a muchas personas a hacer todo por el otro, con la intención de volverse imprescindibles. Este es un mecanismo de pensamiento erróneo que complica la relación.

La persona se preocupa tanto por dar, que no se permite recibir y, en consecuencia, conduce a la otra persona a un sentimiento de impotencia.

Aunque resulte difícil de entender, al cónyuge NO le gusta que le resuelvan y le atiendan en todo.

Parte del desarrollo en pareja es aprender del otro y crecer juntos en ese sentido; no convertirse en una persona inútil a raíz de la otra.

6. “No puedo perder el control de la relación”

Quienes no quieren perder el dominio de la relación, invierten una enorme cantidad de energía en esconder sus emociones, en poner a prueba al otro y no delegar absolutamente nada en el compañero.

Ese miedo los lleva a no comprometerse profundamente con la persona que quieren y a vivir en un permanente estado de alerta,

Se intenta averiguar todo lo que pasa alrededor de la otra persona, desconfiando siempre. La persona que pretenda convivir así, nunca dará el espacio adecuado para que el amor, respeto y confianza fluyan en la relación.

Fin

Fuente: Mujer cristiana hoy