Inicia su conversión al catolicismo leyendo Camino

 

Desde pequeño la constancia nunca ha sido mi fuerte, y muchas veces me he tenido que arrepentir por no terminar lo que he empezado. Pero también en mi caso, y en esto, hay una excepción: cuando era universitario me convertí al catolicismo.

Recuerdo que un buen día un amigo mío, compañero de estudios, vino a verme a la residencia donde vivía. Cuando estaba ya para irse me dijo: "Oye, Toshimi, léelo ", y me dejó un libro encima de la mesa.

Era un libro de bolsillo titulado "Camino", de San Josemaría Escrivá de Balaguer. Consiste en 999 puntos de meditación, y el primero de ellos dice: "Que tu vida no sea una vida estéril. -Sé útil. -Deja poso. -Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor ( ... )". Me impresionó mucho, aunque, por aquel entonces, yo no sabía nada del cristianismo.

Más de dos años después de aquel encuentro con "Camino", me hice católico. Es posible que me influyera el ambiente espiritual de Nagasaki, donde vivo. Aquí el porcentaje de católicos es el más alto de Japón, por lo que hay también muchas iglesias.

Desde entonces han pasado ya más de 20 años, nunca me he arrepentido de haberme convertido. Al contrario, mi agradecimiento crece de día en día.

Con cierta frecuencia me preguntan cómo llegué a bautizarme. Este proceso he intentado explicarlo en un librito que se titula "Inori no komichi" (Sendero de oración), tomando pie de una anécdota sobre el Dr. Nagai (un famoso converso, médico, de Nagasaki). Pienso que los que se convierten en edad adulta siguen un itinerario más o menos semejante, que puede resumirse en: conocer a Dios, conocerse a sí mismo y empezar a rezar. A esto hay que añadir -con absoluta seguridad- que cuando alguien se convierte, mucha gente ha rezado por esa persona.

Tishimi Nakai // Nagasaki Shinbun (Japón)
Oficina de información del Opus Dei en Internet


Enviar comentarios

 

 

Espíritu Santo Iglesia Jesucristo Juan Pablo II Magisterio de la Iglesia Misa Romano Pontífice Virgen aborto abuso adicción adoración afectividad agnosticismo alegría amar amistad amor amor a Dios amor de Dios ansiedad anticoncepción apostolado arrepentimiento atentado ateísmo autenticidad avaricia ayuno bautismo bioética budismo calumnia cancer caridad cariño carácter castidad catequesis catástrofe celibato cielo ciencia ciudadanía clonación coherencia comprensión compromiso comunicación comunismo comunión de los santos comunión sacramental conciencia confesión confianza conocimiento propio consejo contemplación conversión convivencia corredentores corrupción creación creer crisis cruz cuaresma cuidados paliativos cultura curación deber debilidad humana demonio depresión descanso desprendimiento dificultades dignidad dirección espiritual divorcio dolor drogas educación egoísmo ejemplaridad embriones enfermedad entrega esperanza estudios eternidad eucaristía eutanasia evangelio evangelización evolución examen de conciencia existencia de Dios exorcismo expectativas familia fe fecundidad felicidad feminismo formación doctrinal fortaleza fracaso generosidad género hedonismo heroísmo heterosexualidad hijos hinduísmo humildad in vitro infancia injusticia intelectual intolerancia islam judaísmo justicia laicos libertad limosna lucha ascética mal mansedumbre martirio masonería materialismo matrimonio milagro misericordia divina moda moral cristiana muerte música noviazgo obras misericordia odio olvido de sí optimismo oración paciencia paz pecado penitencia perdón pereza persecución pesimismo piedad pobreza política pornografía presencia de Dios protestantismo providencia divina psicología recogimiento redención regreso católico relativismo responsabilidad sabiduría sacerdote sacramentos sagrada escritura santidad secuestro sentido vida serenidad servicio sexualidad sida silencio sinceridad soberbia sociedad civil soledad tecnología temor de Dios templanza teología tolerancia trabajo trinidad tristeza unción de enfermos unidad valentía verdad vida interior vida religiosa vientres de alquiler violación violencia virginidad virtudes vocación voluntad voluntad de Dios xenofobia yoga