Mi conversión al catolicismo

 

Mi conversión al catolicismo causó gran conmoción entre mis allegados, al punto que algunos aún no pueden creerlo. Dedico esta carta especialmente al joven cristiano evangélico Maiker Gutiérrez, por su incansable labor para que yo aceptara el cristianismo.

1.1- ¿Católico tú?

Esa fue probablemente la primera pregunta que pasó por la mente de mi amigo Maiker. Recordemos que en la mente del evangélico común, un católico no es más que una persona que ignora su religión; aunque esa afirmación pudiera ser válida en muchos casos. La raíz del problema, tal como lo veo yo, es que las iglesias protestantes en Latinoamérica suelen estar compuestas por una gran cantidad de ex-católicos, que ignorando casi por completo su religión, un día tuvieron la suerte de “encontrar la verdad”.

Aquí cualquiera podría objetar “¿Pero no tiene la Iglesia Católica la culpa de esa ignorancia?” Ya en este punto, me gustaría citar las palabras del eminente sacerdote católico Ricardo Castellanos: “El problema de la Iglesia Católica es que le ha dado mucho a los feligreses, pero les ha exigido muy poco”. Esa es parte de la problemática, pero no podemos echarle toda la culpa a la Iglesia; porque a fin de cuentas ¿Quién es el verdadero católico? ¿El que después de recibir las doctrinas básicas durante el catecismo se queda, o el que se va porque no le interesa?

Es irónico el hecho de que en el Credo del catolicismo se diga que Jesús murió por nosotros, y que esta enseñanza sea constantemente reforzada durante la formación temprana del ex-católico… Pero claro, él no lo entendió hasta que se lo explicó un ministro evangélico…

Es irónico que al ex-católico se le enseñara que Jesús es el salvador durante el catecismo [y cualquier ex-católico honesto sabe que es así]… Pero claro, el no “fue salvo” hasta que se lo explicaron con una Reina-Valera en mano…

Es irónico que el ex-católico haya recibido la bendición del bautismo… Pero claro, él no “fue salvo” hasta que se bautizó por segunda vez (¿Qué acaso no era una sola vez? [Efesios 4:5])

1.2- ¿Por qué acepté el catolicismo?

Cuando quise ser cristiano me hallé ante una gran confusión: “Quiero ser cristiano… Pero ¿Dónde?... Jesús fundo una sola iglesia… ¿Cuál es?”. Estoy seguro de que mucha gente se ha tropezado con esa pregunta al menos una vez en su vida.

En mi afán por encontrar la verdad, dediqué mucho tiempo para investigar todo lo referente a la historia iglesia, desde los apóstoles hasta nuestros días. Lo que encontré en mi investigación fue una iglesia que descendía directamente de los apóstoles, y no un invento de Constantino, como algunos charlatanes desvergonzados enseñan sin ningún fundamento. Encontré una iglesia que llevaba 2000 años enseñando lo mismo y de forma invariable; a diferencia de las iglesias protestantes, basadas en tradiciones de hombres; pues cada denominación proviene de la visión subjetiva de su fundador y tan pronto como dos o más de estos se contradicen, la ausencia de una teología uniforme se hace evidente.

Encontré que los escritos cristianos de los primeros siglos tenían una clara e innegable postura católica [1]. Encontré una ausencia total de doctrinas protestantes antes del siglo XVI y ante tan abrumadora evidencia, surgió la pregunta obligatoria: ¿Pudo la iglesia estar equivocada durante tanto tiempo? ¿Acaso no existió cristianismo verdadero durante 1500 años?

Aunque suene absurdo y descabellado, a los protestantes se les inculca la idea de que “la iglesia verdadera se mantuvo en silencio por 1500 años y fue restaurada durante la reforma”. A mi me sorprende como casi la totalidad de los protestantes aceptan esa afirmación a priori.

Los autores de tratados evangélicos generalmente se ven obligados a “reinventar la historia”; un ejemplo clásico es Jack T. Chick, un evangélico fundamentalista. En su libro “El próximo paso”, Chick distorsiona de forma descarada la historia de la iglesia; afirmando por ejemplo que los primeros cristianos seleccionaron las escrituras inspiradas y constituyeron el canon. Paradójicamente Chick no hace la más mínima referencia a los concilios, que es donde realmente se estableció el canon. Si uno lee los escritos cristianos de los dos primeros siglos, nota rápidamente que estos citan regularmente escritos apócrifos; lo cual es una prueba contundente de que el canon no había sido establecido aún. Por supuesto, a Chick no le agrada la idea de aceptar un canon bíblico establecido por la “ramera del Apocalipsis” en concilios como el de Hipona o el de Cartago.

La ausencia de un fundamento histórico sólido suele ser la piedra de tropiezo para aquellos protestantes que intentan buscar sus raíces; y a la vez una razón común para convertirse al catolicismo. En los últimos años ha habido notables conversiones de ministros protestantes como Scott Hann, Paul Thigpen, Marcus Grodi o Steve Ray.

1.3- ¿Y qué hay de las doctrinas “antibíblicas” del catolicismo ?

Este es un tema largo, para el cual haría falta escribir un libro, pero haré referencia a unos pocos ejemplos, muy específicos, que suelen usar los protestantes para “convertir” a un católico mal formado:

1.3.1- Los católicos adoran imágenes.

El título de esta sección suele ser la apertura de una conversación entre un católico y un protestante. Es común que un evangélico cite Éxodo 20,4 para dar credibilidad a su postura: “No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra… No te postrarás ante ellas ni les darás culto…”

Es notable el hecho de que en ese pasaje hayan dos prohibiciones y no sólo una: Prohíbe adorar una imagen y también construirla, por lo cual los protestantes faltan también a este mandamiento cuando hacen ilustraciones de Dios el padre, Jesús, etc.; según su interpretación.

Hace poco yo le planteaba este punto a un amigo evangélico y el argumentó que “la prohibición de construir imágenes es para prevenir que no sean adoradas, pero el sólo construirlas no viola el mandamiento”. Tal interpretación, por supuesto, viola el contenido del pasaje, y refleja un claro desconocimiento del contexto histórico y cultural en que fue escrito. Para los antiguos hebreos el sólo hecho de construir una imagen, cualquiera que fuera su fin, era ya un acto de idolatría. Esto nos ayuda a comprender porque los judíos nunca construyeron imágenes en homenaje a Moisés, Elías o algún otro. Al comienzo de su historia al pueblo judío le fue prohibido hacer representaciones de Dios porque él no se había revelado en forma visible. Si los judíos hubieran hecho imágenes de Dios, quizás se hubiesen visto tentados a adorarle en la forma de un animal o algún objeto natural, como lo hacían los paganos que los rodeaban.

Pero tiempo después Dios se reveló bajo formas visibles como Daniel 7,9: "Mientras yo contemplaba: se aderezaron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura blanca como la nieve: los cabellos de su cabeza, puros como la lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente". Esto sin olvidar que Dios mismo aprobó la construcción de imágenes, aún en los lugares más sagrados, así como su uso para fines curativos:

- En el templo de Jerusalén fueron construidos dos Querubines (1Reyes 6,23-28)

- Dios ordenó a su pueblo construir imágenes con fines curativos y sagrados, como la serpiente de bronce (Números 21,8-9)

- En la construcción del arca de la alianza también se usaron imágenes (Éxodo 25,10-22)

- Josué en compañía de los ancianos de Israel, se arrodilló delante del arca (y por ende también delante de las imágenes) para hacer oración al Señor (Josué 7:6).

- El mismo Jesús era la imagen del Dios invisible (Colosenses 1,15).

Uno puede ser idólatra literalmente con cualquier cosa (La gente, el dinero, etc.) y no necesariamente con una imagen. Dios condena la idolatría del corazón y así debieron haberlo entendido los primeros cristianos, pues no vacilaron en hacer retratos y esculturas de Jesús y los apóstoles.

1.3.2- María es madre de Jesús no madre de Dios.

Dicha afirmación es fuente de inspiración para muchos autores protestantes, y en mi opinión particular, es un asunto al que le dan una importancia exagerada. Ya en el siglo II los cristianos veneraban a la Virgen llamándola Madre de Dios para resaltar la divinidad de Jesús [2]. El monje sirio Nestorio impugnó este uso, insistiendo en que María era madre de Jesús, pero no de Dios. En el año 430, el Papa Celestino I en un concilio en Roma, condenó la doctrina de Nestorio y envió a San Cirilo para que se encargara de clarificar la posición de nuestra fe en contra de la herejía de Nestorio. En el año 431, se llevó a cabo el Concilio de Efeso donde se proclamó oficialmente que María es madre de Dios:

"Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios" – Concilio de Efeso

Los protestantes suelen argumentar que María no puede ser madre de Dios, puesto que Dios ya existía antes de que ella naciera. En el diccionario encontramos que "madre" es la mujer que engendra. Se dice que es madre del que ella engendró. Por lo tanto si María es madre de Jesús y Jesús es Dios, entonces María es madre de Dios.

El error de los protestantes consiste en no saber diferenciar el tiempo de la eternidad. María, por razones obvias, no fue madre del Hijo desde siempre. Ella comienza a ser Madre de Dios cuando Él decidió entrar en el tiempo y hacerse hombre como nosotros [3]. Dios pudo haber llegado al mundo sin una madre, pero Él prefirió nacer en el seno de un humilde hogar, lo cual nos revela que Dios ama profundamente la familia.

Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le llamó "Madre de mi Señor" (Lucas 1, 39-45), un título dado a Dios en las escrituras [4].

1.3.4- La Biblia prohíbe llamar “padre” a cualquier hombre.

Dada su visión literal y fundamentalista de las escrituras, no es de extrañar que los protestantes usen Mateo 23,8-9 como argumento para criticar el catolicismo:

“Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ‘Rabbí’, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie ‘Padre’ vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.”

Una verdad vista a través del prisma bíblico tiene generalmente más de un aspecto; por lo cual hacer una afirmación haciendo referencia a un sólo pasaje puede llevarnos a un error. Un buen ejemplo de esto está en Juan 7,14-15 que dice así:

“Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?»”.

¿Podemos concluir de lo anterior que Jesús era analfabeto o desconocía la torá? No, no podemos hacerlo. ¿Por qué? Porque se hace necesario conciliar ese pasaje con otros, como Lucas 4,17 donde se dice que Jesús leyó el rollo de Isaías en el templo, o Mateo 4,7; donde Jesús cita el Pentateuco.

Algo similar ocurre con Mateo 23,8-9; pues hay numerosos pasajes en la Biblia donde alguien es llamado padre o algún apóstol se llama así mismo padre de algún discípulo:

- “O sea, que no fuisteis vosotros los que me enviasteis acá, sino Dios, y él me ha convertido en padre de Faraón, en dueño de toda su casa y amo de todo Egipto.” (Génesis 45:8).

- “Era el padre de los pobres, la causa del desconocido examinaba”. (Job 29,16).

- “Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, nuestro padre Isaac” (Romanos 9,10).

- “Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.” (1Timoteo 1,2).

- “No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos. Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús” (1Corintios 4,14-15).

Un estudio más minucioso de Mateo 23,8-9 nos revela que estas palabras de Jesús son en realidad una crítica a los fariseos, carentes de humildad, que consideraban a sí mismos como la autoridad final; poniendo a los demás cargas que ellos mismos no era capaces de cargar [5].

2.1- Los evangélicos y la teología protestante.

En el siglo XVI estalla la reforma Luterana y da origen a las Iglesias protestantes: Luterana, Anglicana, Calvinista, etc. proclamando entre muchas doctrinas adversas al catolicismo, la libre interpretación de la Biblia. Esta doctrina causó muchas divisiones dentro de las iglesias protestantes, que podríamos resumir así:

- 1521 Martín Lutero inicia la reforma y a los Luteranos

- 1521 Tomas Munzer comenzó a los Anabaptistas al salirse del Luteranismo.

- 1534 El Rey Enrique VIII fundó la Iglesia de Inglaterra (Anglicanos),

- 1536 Juan Calvino enseño la predestinación y formó a los Calvinistas.

- 1609 Juan Smyth inició a los Bautistas, y estos se han dividido enormemente.

- 1739 Juan Wesley comenzó a los Metodistas, al separarse de los Anglicanos.

- 1774 Teofilo Lindley comenzó a los Unitarios.

- 1789 Samuel Seabury formó los Episcopales.

- 1793 1809, las Iglesias de Cristo tuvieron a cuatro fundadores diferentes.

- 1830 José Smith formó a los Mormones en Palmyra, Nueva York.

- 1860 William Miller, un campesino, inició a los Adventistas.

- 1863 Ellen Gould White comenzó a los Adventistas del Séptimo Día.

- 1865 William Booth inició la Armada de Salvación.

- 1875 La Nueva Era fue fundada por Elena Blavatsky.

- 1879 Mary Baker Eddy instituyó la Ciencia Cristiana.

- 1879 Charles Russell fundó a los Testigos de Jehová.

- 1895 French Abbe, Alfred Loisy y Gorge Tyrrell fundaron el Modernismo.

- 1901 Charles F. Parham comenzó el movimiento Pentecostal en Estados Unidos

- 1914 Félix Manalo inició la Iglesia en Cristo.

- 1952 L. Ron Hubbard comenzó la Iglesia de la Cienciología.

- 1965 Chuck Smith inició la Capilla del Calvario.

- 1968 Se formaron los Discípulos de Cristo al separarse de las Iglesias de Cristo.

- 1974 Ken Gullickson inició la Hermandad de la Viña Cristiana.

Históricamente la teología protestante no ha sido uniforme, un ejemplo claro de esto es el drástico cambio de postura frente a la Virgen María. Los evangélicos de hoy niegan de forma categórica la virginidad perpetua de María, una doctrina que ha estado en la iglesia desde sus mismos comienzos [6]. Es curioso sin embargo, que los tres padres de la reforma (Lutero, Calvino, Zwinglio) si creían en la virginidad perpetua de María; incluso una lectura minuciosa de los escritos de Lutero nos revela que este hasta la veneraba:

“Al llamar [a María] "Madre de Dios" se compendia todo su honor y nadie puede decir algo más grande, aunque tuviera tantas lenguas como las hojas o plantas de hierba que existen, como estrellas en el cielo o arenas en el mar”. - (Das Magnificat, W 7, 572-573).

Quien cree que el fundador del protestantismo no reconocía el papel único que desempeñó la Virgen María en la encarnación de Cristo, se equivoca. Como se equivocan también quienes consideran que esta mujer es una figura ajena a la Reforma. De hecho, hablar de virginidad de María corresponde al pensamiento de Lutero:

“Al igual que la madera, no tuvo otro mérito que el de estar preservada por Dios y ser apta para la cruz, así María no tiene otra dignidad que la de estar preservada divinamente y ser apta para ser Madre-de-Dios”. - (Das Magnificat, W 7, 573).

Como comentaba en la sección 1.2, cada iglesia protestante está basada en la visión subjetiva de su fundador, por lo cual no es de extrañar que las distintas iglesias protestantes no estén de acuerdo ni siquiera en temas tan básicos como la salvación. Así, mientras los Evangélicos pentecostales creen que la salvación puede perderse, los evangélicos bautistas lo niegan rotundamente. Los Metodistas bautizan a los niños, lo que los primeros rechazan. Los Presbiterianos también admiten el bautismo de infantes; pero difieren con los antes mencionados sobre la clase o forma del gobierno de la Iglesia. La denominación llamada “Los Discípulos de Cristo” aun habiendo sido bautizados por un pastor bautista, difieren con la doctrina bautista enseñando que el bautismo da remisión de pecados, lo que los bautistas niegan. Los episcopalianos, aunque bautizan niños, no son acordes sobre el sistema de gobierno de la Iglesia con los ya citados y tampoco son afines a ellos en la frecuencia con que se debe celebrar la Cena del Señor y lo que esto significa.

Entre los frutos más recientes del protestantismo podemos encontrara los Testigos de Jehová, los Mormones, los Adventistas, etc. Movimientos en los que el alejamiento de las enseñanzas básicas compartidas por católicos y protestantes previos (la santísima Trinidad y la divinidad de Cristo, etc.), engendra un panorama desolador.

Hoy hay más de 20.000 fracturas en el Cuerpo de Cristo, y todas, excepto una, fueron fundadas por una simple criatura humana… Pero… ¿Acaso está dividido cristo? (1Corintios 1,13).

Ya en sus días, Martin Lutero vivió en carne propia los frutos amargos de la reforma y por eso escribió:

"Este no escuchará del bautismo, aquél niega el sacramento, el otro pone un mundo de diferencia entre éste y el ultimo día: Algunos enseñan que Cristo no es Dios, otros enseñan esto y aquellos lo otro: existen tantas sectas y credos como hay cabezas. Ningún patán es tan rudo como cuando tiene sueños y fantasías, cree haber sido inspirado por el Espíritu Santo y ser un profeta." - (De Wette III, 61. Citado en O’Hare, Los hechos de Lutero, 208.)

2.2- Palabras finales.

Con esta carta no pretendí en ningún momento atacar ni denigrar ninguna denominación protestante, simplemente es un llamado a la reflexión, un llamado al respeto, un llamado a la investigación seria y objetiva… Un llamado a la verdad…

Esta carta no es más que una modesta síntesis de por qué me he decidido por el catolicismo, porque hablar de todas las razones en detalle me tomaría horas, días, o quién sabe cuanto. En todo caso, no tengo problema si quieres profundizar en algún punto específico.

“Son muchas las personas que odian a la iglesia católica, pero son muy pocas las que la odian por lo que realmente es” – Mons. Fulton J. Sheen

Atentamente,

Hasley Morales

Referencias:

[1] Por ejemplo la Didajé, la epístola de Clemente de Roma a los corintios o las epístolas de Ignacio de Antioquia, entre muchos otros.

[2] “La Virgen María” - Microsoft Encarta 2002.

[3] Gálatas 4, 4.

[4] Salmo 110, 1.

[5] Lucas 11,42-47

[6] Entre los testimonios de la virginidad perpetua de María podemos encontrar:

- El Protoevangelio de Santiago cerca de 150 D. C.

- Hilario de Potiers (354 D. C.): Comentario sobre Mateo 1,4

- Atanasio (358-362 D.C.): Tratado contra de los arrianos, 2,70. "María se quedó y es siempre virgen".

- Justino Mártir: Diálogo con Trifón llama a María "la virgen" y establece un paralelismo con Eva, madre de la humanidad.

- Epifanio de Salamina (374 D.C.): Ancoratus y Panarion (antídoto contra los errores de los herejes) 78,6.

Dios te siga bediciendo.

Misioneros de la Palabra de Dios


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